Hoy hemos asistido a un concierto de la OCAS (Orquesta de Cámara de Siero). Supongo que el recuerdo que nos dejará para siempre será el de unos profes bailando, niños y niñas dirigiendo batuta en mano, campanas de colores que sonaban cuando un personaje extraño, que respondía al nombre de Brahms, daba un toquecito en las cabezas.
Pero más allá de todo eso está la música, que fue la protagonista y artífice de que pasáramos un buen rato.
Aprendimos que el Sirtaki es una música hecha para bailar, una danza griega que empieza con un tempo lento que va acelerándose y convirtiéndose en un tempo rápido o muy rápido.
Tuvimos oportunidad de escuchar una polka en la que intervenía un instrumento inusual llamado látigo, de la familia de la percusión, formado por dos láminas de madera que producen el sonido al entrechocar.
No podemos olvidarnos de Los Beatles, grupo de los años 60 que revolucionó al mundo con su estilo y cuyas canciones siguen vivas gracias a las múltiples versiones que se han hecho de ellas, como el caso de su Yellow Submarine que nos ofreció la OCAS.
También escuchamos una nana muy famosa pues se puede oír en muchos juguetes de bebés. Es una composición de Brahms, un músico alemán del siglo XIX. Una música muy fácil de tocar con la flauta o, como se demostró en el concierto, con campanas afinadas. Si queréis probar AQUÍ tenéis las notas.
Y para broche final, la marcha Radetzki que corona cada primero de año el concierto de año nuevo de la Orquesta Filarmónica de Viena. A ver si podéis hacer lo que el niño de este VIDEO. No es fácil, pero hace tres años tuve una alumna de 6º, Paula Piñera, que lo hacía a la perfección.
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